domingo, 1 de noviembre de 2009

Diversos parrafos

Estimada gente

Que bueno encontrar este pequeño tiempo libre y poder emplearlo en escribiros estas ansiadas líneas.

Son muchas las cosas que podría contaros, como ya podréis entender, pero no voy a tratar de alargarme explicándoos los pequeños detalles del día a día pues no acabaría nunca. Cada jornada aquí es un mundo, al menos una de las mías. Empiezo a pensar que soy una persona saturada. Estoy metido en tantas actividades y compromisos que no encuentro un segundo ni para lavar la ropa, por consiguiente voy siempre con lamparones de todo tipo, textura, olor, color y sabor, pero bueno, que le vamos a hacer. Justo ayer dos niños me preguntaron que porque no me ponía yo más guapo frecuentemente, si no lo hacía jamás conseguiría impresionar a las chibolitas que me rodean.

Tan liado ando por la selva que he llegado a enfermarme. La gripe me alcanzó recientemente y me acompañaba allá por donde vaya, suerte que ya se cansó de mi y me abandonó.

En el día a día mis mañanas comienzan con los sonidos de la tía empezando a cocinar el desayuno. Mi cuerpo se hace un poco el remolón entre tanta sabana y mosquitera mezclada. Me ducho a cubazos si tengo tiempo, lavo la ropa si sale agua por el grifo y compro el queso si esa noche ha habido leche de vaca para hacerlo.

Al instante comienzo caminito dirección al colegio. Bajo desde casa hasta el nivel del río, subo una pequeña colinita, la bajo y subo otra última muy empinada por unas escaleras muy pero que muy empinadas de la cual nos quejamos todos. En ocasiones pienso que están ideadas de tal modo para que lleguemos al colegio bien despierto, pero otras veces considero que lo único que consiguen es ponernos a todos un poco de mal humor y con el corazón algo revolucionado.

Es entonces cuando tu persona deja de ser consciente de los movimientos y sentimientos que tiene para pasar a ser esa máquina automática en la que todos nos convertimos y que tiende a realizar acciones por si sola de un modo involuntario y mediante los cuales van pasando poco a poco las horas sin que apenas te des cuenta. Seis horas más tarde te das cuenta que ha pasado la mañana completa, que has dado dos clases iguales de matemáticas a los dos segundos, una de juegos de lógica a los de cuarto y una hora y media de Educación Física a los de quinto los cuales te han cabreado mucho pues no se han aprendido aun la coreografía que deberán bailar para el martes que viene celebrando el aniversario del colegio, y lo peor es que aun no tengo pensado ni la vestimenta de los muchachos, ni los últimos pasos de la canción, ni los niños que de verdad saldrán a bailar, etc, etc, etc...

Por la tarde hay competiciones de fútbol y voleibol entre los diferentes cursos del colegio, que empiezan a eso de las tres y media de la tarde. Es la liga inter-escolar con motivo, una vez más, del aniversario del colegio el cual estamos celebrando todos tan alegremente. El profesor de Educación Física es obvio que ha de estar allí presente y no perderse ni un solo partido de entre los siete u ocho que se juegan cada día, llevar las pelotas, el cronometro, el silbato y para más INRI “arbitrarlos”.

Suelen ser cerca de las siete y veinte de la tarde cuando de verdad llego a la casa. Ya es de noche desde hace por lo menos una hora. Pensando que al día siguiente hay que volverse a levantar con horario de gallina estricto a uno casi no le da tiempo a cenar y a ponerse el pijama. Si aun así se encuentra con fuerzas, se puede sacar el portátil de su repisa, enchufarlo a la corriente eléctrica (si es que ese día a esa hora hay) y se pone a escribir algún modesto texto para sus familiares de España. La idea es meterlo en un USB y poder mandarlo este fin de semana desde cualquier máquina del otro lado del río que mágicamente tenga una débil conexión a Internet sin saber realmente bien como es eso posible encontrándonos en un lugar como este. Pero bueno, si estás leyendo el texto es porque finalmente he podido cumplir estos planes que ahora solo tengo en mente.



Hola, buenas noches. Acabas de leer el texto que escribí hace por lo menos una semana y el cual nunca tuve tiempo de mandar. A día de hoy ya se ha acabado el aniversario del colegio, los partidos de fútbol y demás tonterías que nos entretenían. Por el contrario lo que hoy he hecho ha sido bien diferente. Primero he ido a clase como todos los días (los Sábados también hemos tenido clases hasta el final de Octubre). Como me encuentro solo en casa, porque la tía viajó hace días a una reunión en una ciudad lejana del Perú dejándome solo en plena selva y sin explicarme bien cuando regresaría, pues me han invitado a comer las monjas. Que majas son y que rico estaba todo. Yo, justo hoy me había levantado pronto y había cocinado una suculenta tortilla de patata española inmensa, pero me la llevé al colegio para invitar a los otros profesores, celebrando que era el último sábado que trabajábamos, y casi se puede decir que ni la probé ni maté el gusanillo del mediodía. Vamos, que a fin de cuentas y a pesar de haberme terminado de despertar esta mañana pelando patatas, hoy también he acabado comiendo en casa de las hermanas. Pensando que mañana es domingo y que también me toca comer con ellas, creo que madrugaré y cruzaré el río para comprarles algunas galletitas dulces y sacarlas a modo de postre para con el café de la sobremesa.

Por la tarde tampoco he hecho mucho. Hacia un calor asfixiante y no había un alma que se atreviese a salir de casa, por eso he vagueado un poco inventándome diferentes trampas estratégicas para acabar con las ratas de la casa. Ha venido el vecino a visitarme y como los dos estábamos muy aburridos hemos optado por ir a bañarnos al río. Hemos subido caminando hasta el extremo del pueblo. Allí nos hemos tirado al agua y nos hemos dejado llevar por la corriente hasta justo el otro extremo del poblado. La travesía nos duró como unos quince minutos siendo arrastrados por la corriente pero, como el agua estaba tan caliente de tanto sol que había hecho durante todo el día, se nos pasó rapidísimo y apenas se puede decir que nos hubiésemos refrescado.

Y así es como poco a poco van pasando los días. Os pasaré un nuevo informe de aquí unas semanas, cuando de verdad vuelva a encontrar tiempo.

Besos.

Juan

4 comentarios:

  1. SOLUCIONES BELENXU:Asi que los niños ya te estan buscando una chibolita pa no dejarte marchar??? eso es jugar sucio. Tu avisales que tienes el billete de vuelta comprado :P De todas formas creo que no es tan malo que tu camiseta este llena de manchurrones con oleres y sabores propios xq asi si por una de esas no puedes ir a comer con las monjas antes de que vuelva tu tia, te puedes comer la camiseta.
    Por lo de la coreografia y los disfraces solo se me ocurre una cosa. secuestra a Steffan. Y por lo de bajar al rio y subir pa llegar a al escuela ¿que tal una tirolina?
    Por ultimo si no sabes que hacer con las ratas mandaselas a Laura que por mucho que te diga que se ha comprado una cobaya xa sus clases de la universidad en realidad es una rata a la que le han dejado crecer el pelo.
    Y una vez solucionados todos tus problemas te mando un besote hasta tu porxima entrada de blog, que como siemrpe e hara reir

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  2. me encanta leerte. te mando un beso enorme y muchos ánimos para seguir con lo que estas haciendo, es muy lindo. te echamos de menos, asi q ni se t ocurra quedarte por ahi. un beso enorme:

    Patri

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  3. Y como ahora parece ser q sí me deja postear en tu blog, te cuelgo el comentario que escribí hace un mes y no me dejó colgar:

    disfruta mucho de lo q estas viviendo. empapate de todo. comparte tu maravillosa sonrisa, tu alegría y tu ilusión. deja tu huella ahi.
    aqui, mientras, t echaremos de menos.
    un beso enorme

    Patri

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  4. hola, hola!!
    ufff llevo mirando para ver si actualizas y nada de nada... Estoy preocupada porque no das señales de vida y ya hace mucho tiempo desde q publicastes esta entrada.
    Espero que estes bien por aquellas tierras tan lejanas, ajenas a nuestras costumbres.
    No se si vuelves para Navidad, pero tambien te deseo que pases unas bonitas fiestas.
    un fuerte abrazo y cuidate mucho
    Esme

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